SEPTIEMBRE 2020
Las personas que nos dedicamos a comprobar nuestros gastos, sabemos que es una disciplina que al principio no es tan fácil, hemos convertido el hecho de pedir factura como el de respirar. Nuestro objetivo es que nuestras erogaciones bancarias tengan un comprobante para que así podamos deducir impuestos.
Este concepto varias personas no lo tienen claro, ya que se dedican solo a gastar, pero no ha comprobar, vivimos en un sistema fiscal robusto, donde se deben de cumplir con varios aspectos para poder deducir impuestos.
El meollo de este asunto es la facturación; tuvimos un caso de actualización de contabilidad e impuestos, donde nuestro cliente nos menciono que todo lo tenia comprobado, y nos dimos a la tarea de actualizar.
Y vaya sorpresa, no tenia CFDI´S en el portal del SAT, asistimos a una reunión para mostrar avances y le expusimos la situación y nuestro cliente bien seguro que todo estaba comprobado, empezamos a cotejar la información del estado de cuenta contra sus comentarios en que había gastado y oh sorpresa, el 90 por ciento de su operación estaba identificada pero no comprobada, vaya problema en el que estaba, decepcionado y triste por esta acción aprendió a pedir factura de sus gastos normales, requirió de los servicios de una persona para darle seguimiento a las compras y gastos de su empresa, al día de hoy es una persona super disciplinada, porque vio el problema en el que se estaba metiendo por el siempre hecho de no pedir factura en sus compras.
Pero veamos el futuro, el futuro inmediato es qué, aunque hayas gastado, no puedes acreditar el IVA de tus compras, por lo cual el pago de impuestos se incrementa.
Vayamos más allá, en tu declaración anual podrías tener utilidad fiscal mayor a tu utilidad contable gracias a no comprobar y por ende el pago de ISR Anual se incrementa.
Sabemos que al principio es difícil, pero no es imposible, además que esto económicamente te puede perjudicar en lugar de beneficiarte.
Todo es cuestión de disciplina, ¡si se puede!