Deducciones por cuenta de terceros

SEPTIEMBRE 2020

¿Sabías que prestar tu nombre te puede traer problemas?

En los negocios pequeños, normalmente el dueño suele ser la persona que administra, vende, compra, limpia, atiende, revisa, cobra, factura, y además opera. Así es la situación de varios microempresarios en nuestro México de Oro.

Conforme se incrementan las operaciones, el tiempo para realizar las demás actividades “disminuye”, y se empieza a delegar ciertas actividades a diferentes personas, con el fin que el dueño pueda disfrutar de su tiempo

Enfoquemos este tema a las compras, el dueño delega esta actividad a un trabajador o a un tercero, ya que el dueño esta pensando en crecer, en vender o en cualquier otra situación.

En el argot de las compras, no siempre se pueden realizar de forma directa con el proveedor. Vamos a poner de ejemplo una empresa que se dedica a proporcionar servicio de mecánica automotriz, el simple hecho de buscar refacciones es desgastante, ya que en las diferentes refaccionarias varían los precios. Por lo cual esta actividad es designada a una persona, la cual tiene que buscar las refacciones encomendadas, buscar precio y pagarlas, esta operación por su naturaleza consume mucho tiempo.

En la mayoría de las ocasiones no se puede llevar un cheque o realizar una transferencia, por lo cual el comprador paga con su propia tarjeta o previo cambia un cheque o retira el efectivo de un cajero, para pagar, el comprador debe de exigir una factura a favor de la empresa de servicio de mecánica.

En los dos párrafos anteriores, se ejemplificó un caso de “deducción por cuenta de terceros”, para completar esta operación es necesario tener un contrato donde se ampare esta actividad por parte del prestador de servicios y/o el empleado con la empresa.

En resumen: alguien más puede comprar por ti, usando su cuenta bancaria, pero siempre y cuando lo protejas con un contrato donde se muestre la relación que se tiene, especificando esa actividad de compras, y sobre todo “que las cuentas cuadren”, para ambas partes.

Entonces ya sabes que alguien puede comprar por ti, sin que lo metas en problemas fiscales, simplemente acércate a un asesor para que te de más detalles de este tema.